martes, 25 de octubre de 2011

Carta de amor que hacen llorar!


Amor, a veces me gustaría tener la suficiente juventud como para no desaprovechar ningún minuto sin vos y así vivir más intensamente cada segundo.


Para los que estamos más cerca de los cincuenta sabemos que la vida ya fue muy generosa, sin embargo, hay que ser sinceros, como ya vivimos mucho, nos queda menos tiempo por vivir; pero también más años para valorar todo lo que tenemos.


A mis 43 años cada día agradezco el poder despertarme un nuevo día abrazado a tu hermoso cuerpo amarillo y mientras continuas durmiendo, comenzar mi humilde pero dedicada vida laboral, que al fin y al cabo ese y todo mi esfuerzo es solo para vos, porque sos mi vida y quiero decirte que no tengo mucho, pero todo lo que tengo es tuyo y cuando digo todo no solo digo lo material, sino el tiempo que me queda por vivir también es tuyo.


Siempre pienso en tu futuro, sueño con que cumplas tus sueños y seas una persona importante y reconocida, pero por sobre todo feliz, a mi solo eso me hace feliz y el saber que cada día lográs un poco más tus sueños, me motiva a seguir adelante.


En mi vida nunca encontré mujer más honrada, generosa, amorosa y lo más importante que siento que me ama de verdad, por eso me enamoro cada día de tu amor.


Cada día trato de ser mejor, aunque es difícil, se que lo voy a lograr, porque tu verdadero amor me motiva y sé que todavía vamos a vivir muchísimas experiencias que te van a demostrar el gran amor que te tengo y quiero reafirmarte que nadie va a ocupar ni un centímetro tu lugar, ni en mi corazón, ni en mi vida jamás.


Muchas no se dieron cuenta que por más que quieran separarnos, yo sé que Dios te envió a mí, para amarte y cuidarte por eso te valoro como un tesoro divino y nada se interpondrá en nuestro camino, cada segundo estás en mi cabeza y en cada latido de mi corazón ayer, ahora, mañana y por siempre.


Algún día desapareceré pero hasta ese día solo voy a recordarte a vos como la mujer y el amor de mi vida.




Te amo por siempre.

miércoles, 24 de agosto de 2011

El día que regreses


Mi amor:

Sí si, es algo que está totalmente decidido por mí corazón, hasta el día que regreses difícilmente se podrá calmar mis ansias por abrasarte y besarte.

Espero con tantas ganas ese día para comenzar todo de nuevo, revivir a la vida y comenzar el amor. Que feliz me pones saber que vas a venir a mi encuentro.

Esperarte me da la esperanza de saber que en mi historia tu amor es lo más importante que puedo contar.

Te espero para tenerte, te espero para cuidarte, te espero para buscar juntos nuevos momentos que no vivimos, siempre momentos llenos de amor.

El día que regreses buscaremos novedades en la boutique de los amantes y nos vamos a vestir a la moda del corazón.



Por todo eso quiero que el día que regreses yo pueda tener toda la salud para amarte cada segundo como nunca antes.




Te amo donde sea que estes!

sábado, 16 de abril de 2011



Ser madre...


Ser madre es retomar la esencia de la vida.

Es ver pasar tu vida en un instante.
Es estar doblemente llena de vida.
Es abrazar la ternura.

Ser madre es entender sin palabras la inocencia.
Es tener barro fresco en tus manos.
Es la dicha de poder dar lo mejor de ti.

Ser madre es mirar a los ojos a Dios.
Es estar más completa que nunca.

Es sentir la alegría más intensa.
Ser madre es poder tocar el cielo.
Es alimentar la esperanza.

Ser madre es el papel más bello.

Es la conquista más plena.

Es lo inimaginable hecho realidad.

La confianza


La confianza


La buena comunicación junto a la confianza son los dos ingredientes fundamentales para que una buena relación de pareja funcione como debe ser. Van entrelazadas. No puede haber comunicación sin confianza ni confianza sin comunicación. Por eso siempre enfatizamos que una buena relación de pareja tiene que tener estos dos elementos como ingredientes principales.

Cuando decidimos hacer nuestra vida con alguien, lo hacemos porque estamos seguras y confiadas en que esa persona responderá satisfactoriamente a nuestras expectativas y que nunca nos defraudará. ¡Pero qué tristeza cuando ese amor nos traiciona, nos humilla y nos hace sentir que no valemos nada! El que ha traicionado una vez, puede arrepentirse de su mal, pero la confianza de su pareja ya no será la misma. Escuchamos a muchas mujeres decir que les pueden dar una nueva oportunidad a sus parejas, pero sin confiar en ellas. ¿Y entonces? ¿Qué hemos resuelto? A fin de cuentas, nada. Al contrario, el problema se acrecentará como un huracán y serán lastimados muchos corazones, incluyendo el nuestro. ¿Es eso lo que quieres para ti?

Cuando la desconfianza es el motivo principal de la ruptura de la pareja, no hay mucho que se pueda hacer. Los sentimientos y emociones se resquebrajan, las personas tienden a cambiar su modo de ser, de actuar, ver la vida de otro modo; ya nada es como antes… Es como si una parte nuestra cayera al vacío y no pudiera recuperarse.

“¡Todos merecemos una nueva oportunidad!”, dicen algunos. “Es de humanos errar y reivindicarse”, dicen otros. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo recuperamos la confianza en la pareja? No es tarea muy fácil, pues un eslabón se ha roto. He aquí algunos aspectos que podríamos tomar en consideración:

Consejos para recuperar la confianza en la pareja:

Hablar con sinceridad.
No es hablar a medias, sino abrir el corazón y decir cómo nos sentimos y escuchar lo que la otra parte tiene que decir.
No hacernos falsas expectativas de la pareja.
Muchas mujeres somos tan ilusas que seguimos pensando en los príncipes azules del cuento de Cenicienta. Todos tenemos defectos y virtudes.
No te ciegues por la desesperación o el coraje.
Es normal que sientas esas emociones, pero hay que verlo todo en su justa perspectiva. Hay que llegar al fondo del problema.
Mide la falta cometida.
Hay errores que pueden ser enmendados y/o perdonados. Todo depende de los motivos que rodean la situación en que te encuentras. Recuerda que tú también puedes cometer las tuyas. Somos seres humanos.
Dale tiempo al tiempo.
Hay situaciones que ameritan que la pareja se separe para superar la crisis y subsanar heridas.
Pon en balanza la experiencia vivida.
Evalúa tus emociones y sentimientos ante ello.
Analiza los pro y los contra de brindar una nueva oportunidad.
Siempre habrá pros y contras, piensa en ellos.
No exijas demasiado.
Nos gusta exigir a los demás, lo que no podemos cumplir en nosotras mismas. Esperamos demasiado de nuestras parejas, y eso nos crea conflictos internos y externos.

Muchas parejas que han logrado recuperar la confianza perdida viven felices el resto de sus vidas porque el amor que se profesaron un día les ha fortalecido en todas las esferas de su vida. Otras, no tienen la misma suerte a pesar del amor que dicen tener uno al otro. Las heridas quedan latentes y es difícil seguir adelante a pesar de que ponen todo su empeño en ser felices. Si aun así, sientes que no puedes volver a confiar en tu pareja, es mejor que le des su libertad. Una vez se pierde la confianza, se ha perdido todo. La desconfianza provoca que la mente juegue con nosotras, llevándonos a una desesperación sin control y malos pensamientos, lo cual pudiese redundar en situaciones más serias a largo plazo.



La confianza en sí misma si logra sobrevivir, es porque el amor que los unió es más fuerte que cualquier tempestad…